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La memoria histórica y la inmigración, protagonistas

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  • Los actores Juan Diego Botto (d) y María Valverde (i). -
  • Marie Nöelle cuenta en su película una historia de amor en tiempos de la Guerra Civil
  • El filme de Chus Gutiérrez profundiza en la tragedia de las pateras
Dos dramas de extracción social y de aroma español, uno ambientado en la última Guerra Civil española y otro aún prendido en la actualidad con las pateras como telón de fondo, se proyectaron ayer en la sección oficial de la 53 Semana Internacional de Cine de Valladolid.
La mujer del anarquista, protagonizada por Juan Diego Botto y María Valverde, es una historia de amor en tiempos de guerra y está basada en la vida de la abuela de María Nöelle, autora del filme junto a su marido, el alemán Peter Sehr, cuya trama han situado en un campo de refugiados franceses al término de la contienda bélica.
En plena retirada del ejército republicano, el anarquista Justo Álvarez, que acude a luchar al frente del norte de España, desaparece y durante diez años su esposa, Manuela, no sabrá si su marido está vivo o muerto.
La película trata de dar voz “a todas esas familias destrozadas por la Guerra Civil y que se callaban”, explicó al término de la proyección la directora.
En un principio, Marie Nöelle buscaba sus raíces españolas, pero pronto se dio cuenta de que esa historia de amor entre su abuelo y su abuela la habían vivido “miles de familias”.
La primera jornada de proyecciones del Festival de Valladolid contó también con la realizadora española Chus Gutiérrez, quien presentó Retorno a Hansala, con los actores José Luis García Pérez y Farah Hamed en sus papeles principales.
Es un alegato contra la insensibilidad institucional y social hacia la tragedia de las pateras, donde Chus Gutiérrez se rebela contra la frialdad de las estadísticas de los muertos y profundiza en una lacra a través de un viaje a sus raíces, geográfico e interior, ya que pretende llegar a la conciencia.
La directora analiza un problema social desde sus orígenes al viajar con los protagonistas de su película hasta las aldeas de donde salen los inmigrantes ilegales: carentes de luz, agua y de caminos asfaltados, inmersas en una economía de subsistencia.

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