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Jerez

Flor, la mascota que guía a l@s niñ@s por bodegas y viñas del Marco de Jerez

El proyecto impulsado por Noelia Herrera y Carmen Granados verá la luz en abril en formato de cuento y acaba de ser galardonado con el Premio Pilar Plá

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Carmen Granados y Noelia Herrera con la mascota de su libro.

Visita guiada a una bodega

Su nombre es Flor; su profesión, mascota; y su cometido, dar a conocer a los más pequeños toda la cultura existente en torno a la producción de los vinos únicos del Marco de Jerez. El éxito de su labor ha sido tal que esta primavera saltará a las librerías en forma de cuento -en edición bilingüe-, aunque bajo el mismo objetivo de que los pequeños aprendan jugando y divirtiéndose.

Las impulsoras de este proyecto pedagógico y divulgador, Flor, la levadura del sherry, son Noelia Herrera y Carmen Granados, que esta próxima semana recibirán el Premio Pilar Plá Pechovierto al Emprendimiento y la Excelencia en reconocimiento a la “perspectiva pedagógica y experiencial de la propuesta hacia la infancia sin diferencia de género y a la consideración del vino como seña de identidad cultural y no solo como producto de consumo”. De hecho, ellas mismas lo subrayan, su labor pedagógica acaba en el momento en que el vino va a pasar al embotellado.

El consumo no lo tocamos en ningún monento -apunta Noelia Herrera-. Es un proyecto cultural y pedagógico que aborda el origen del vino: la tierra que se usa, el tipo de vid, las uvas, las estaciones del año en que se cría, el sistema de criaderas y soleras, y nos paramos en el embotellado. Queremos que sepan cómo se elaboran los vinos, pero desde una perspectiva cultural, porque son sus raíces, y porque si en el futuro les gusta este mundo pueden trabajar en el sector. Lo que hacemos es similar a enseñarle a un niño los palos del flamenco”.

La idea original en torno a Flor brotó hace ya casi cinco años, y consistió en convertirla en protagonista de unos cuadernillos de trabajo en los que se explicara a los niños cómo se elaboran los vinos. “Eran cuadernillos de verano, para aprender y divertirte. Se hizo todo a mano, con dibujos y textos, y actividades para colorear y dibujar”, recuerda Herrera, que inició el proyecto junto a la experta en vinos María del Carmen Martínez.

A partir de ahí, el proyecto de Flor evolucionó y pasó directamente a los colegios, mediante la celebración de talleres y enfocados a diferentes edades. “Les explicamos cómo se producen los vinos de Jerez a partir de nuestros personajes. En infantil, por ejemplo, realizamos talleres perceptivos, y utilizamos bolas de seda para simular los racimos de uva, e incluso les enseñamos las uvas y cómo se estrujan para obtener el jugo”.  Para alumnos de más edad ya organizan visitas a un viñedo o una bodega para explicar in situ cómo se hacen los vinos, apoyados en talleres de aromas y de venencia. 

Noelia Herrera resalta que se trata de un proyecto “pionero”, porque no había una actividad haciendo participar a los niños de forma tan directa en este mundo. En los talleres, por ejemplo, y a través de los cuadernillos, los escolares realizan sopas de letras, crucigramas, juegos de unir... “para que se queden con palabras importantes, aunque lo que más les llama la atención son los talleres sensoriales y manipulativos. Les hacemos oler diferentes aromas para que adivinen qué creen que es, y si les traen recuerdos de lo que se cocina en sus casas”.

Todo eso aparecerá ahora reflejado en el libro, que verá la luz el próximo mes de abril de la mano de la editorial Esmeralda, que ha previsto  una edición en español y otra en inglés, así como una versión para niños de 3 a 7 años, y otra para niños de 7 años en adelante.

Así, Noelia Herrera es la que se ha encargado de las ilustraciones, mientras que Carmen Granados -que tomó el testigo de su hija- asume la exposición sobre la cría del vino a partir de su conocimiento técnico. Para la edición impresa han contado a su vez con la ilustradora Ana Parada, que se ha encargado de dotar de color a los dibujos originales. El libro mantiene la raíz de los cuadernillos iniciales, ya que incluye actividades para colorear y otro tipo de pasatiempos, pero a ellas se añade el cuento, que supone un recorrido a través de las enseñanzas que se comparten con los pequeños en clase.

Pero no solo habla del origen y crianza de los vinos del Marco, sino también sobre las profesiones, y en este sentido pone especial énfasis en que todas las tareas son desempeñadas por igual tanto por hombre como por mujeres y, en especial, éstas últimas, desde enólogas a arrumbadoras.

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