El malestar de la asociación se extiende, incluso, al momento de la inauguración de la obra, ya que aseguran que estaban invitados al acto, pero que finalmente se produjo en un punto de la carretera diferente del que ellos pensaban. El vicepresidente de la asociación de vecinos, José María Reula, señaló a este diario que “la variante reúne las condiciones exigibles, y reconocemos que es beneficiosa en tanto en cuanto disminuye los atascos en la Estación de San Roque”.
Sin embargo, considera que “estas mejoras tendrían que haberse llevado a cabo sin perjudicar a los vecinos de la barriada de Miraflores”, al entender que esta zona ha salido perjudicada con el trazado de la variante. Entre los principales problemas a los que se enfrentan los vecinos con la nueva infraestructura viaria, Reula citó el paso de tráfico pesado de camiones por delante de una guardería, la ausencia de iluminación en las rotondas, el hecho de que los vecinos tengan que cruzar las rotondas a pie para poder acudir a las paradas de autobús, la ausencia de pasillos peatonales o la supresión de las farolas que se encontraban a la entrada de la barriada.
“Nosotros apostamos por el progreso, y nos parece muy beneficioso que ase acometan proyectos como el de la nueva variante, pero entendemos que tienen que llevarse a cabo sin perjudicar a nadie, porque los vecinos de Miraflores hemos salido mal parados de la obra”, manifestó Reula. Además, el dirigente vecinal apuntó que los terrenos sobre los que se ha llevado a cabo la construcción de la variante se asientan en la ensenada de Miraflores y que, por tanto, se trata de una parcela privada. Por estos motivos, asegura que van a denunciar a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de San Roque.
Obra
La consejera de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, presidió el pasado viernes el acto de inauguración de la nueva variante de Miraflores, que comunica las carreteras A-7 con la A-405, y que supondrá la supresión del tráfico pesado por la Estación de San Roque y Taraguilla.
La nueva vía, de cuatro kilómetros de longitud, tiene un ancho de 10 metros con dos carriles, uno por cada sentido de la marcha y arcenes de 1,5 metros. Además, se han construido carriles de vehículos lentos, en ambos sentidos, en las zonas de mayor pendiente para facilitar el adelantamiento a los camiones y aumentar la seguridad en la conducción.
La variante de Miraflores comienza en el enlace del mismo nombre de la autovía A-7, mediante dos glorietas de nueva construcción. Su itinerario continúa al este de la barriada de Taraguilla y termina conectando nuevamente con la carretera A-405 tras bordear el núcleo urbano de la Estación de San Roque.
En su recorrido, salva las vías del tren mediante un puente de 280 metros de longitud y conecta con la carretera provincial CA-9203, que a su vez conecta con la futura Área de Guadarranque de la ZAL. Con el objetivo de mejorar la seguridad de los peatones, se han reubicado las paradas de autobús y se ha construido una pasarela peatonal sobre la A-405, próxima al enlace con la A-7, que conecta las barriadas de Miraflores y Taraguilla, para evitar el cruce de personas por la A-405.