El tiempo en: Alcalá la Real

Sanlúcar

La lluvia truncó la esperada jornada del Lunes Santo en Sanlúcar

La Hermandad de La Cañita y del Soberano Poder tuvieron que regresar precipitadamente a sus templos

Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Los paraguas a las puertas de La Caridad presagiaban lo peor.

El Señor de La Cañita, a su salida de La Caridad.

Saeta a cargo del Forestal en La Caridad.

La Virgen de las Lágrimas, en el interior de la Basílica.

El Soberano Poder saliendo del Carmen.

La lluvia empañó la jornada del Lunes Santo en Sanlúcar, truncando las ganas de los hermanos de La Cañita y el Pusillus Grex, las dos hermandades que procesionan en esta jornada. 

La Fervorosa y Franciscana Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia en su Sagrada Coronación de Espinas y Nuestra Señora de las Lágrimas tenía prevista su salida procesional desde la Basílica de La Caridad a las 18:40 horas. Sin embargo, la Junta de Gobierno, con la autorización del Consejo Local de hermandades y Cofradías, decidieron posponerla una hora en espera de una mejoría del tiempo. Así, tras decidir salir, la lluvia sorprendió a la hermandad en la calle, camino de la Parroquia de La O para hacer su estación de penitencia, regresando al templo a paso de agua. Una dura decisión para los hermanos de Humildad y Paciencia que, ya en el interior del templo, oraron a sus sagrados titulares.

Lo mismo le ocurrió a Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder. La junta de Gobierno decidió esperar también una hora para comprobar si las previsiones meteorológicas daban un respiro quepudieran poner a la hermandad en la calle. Sin embargo, y tras decidir realizar su estación de penitencia, apenas pudieron enfilar la Cuesta de la Caridad camino de la Carrera Oficial del Barrio Alto. En el templo de la otra hermandad que procesionaba en el Lunes Santo, decidieron dar la vuelta y poner a buen recaudo el patrimonio de esta hermandad, con sede en la Parroquia del Carmen. La hermandad se recogía pasadas las diez y veinte de la noche, y recreándose en una recogida para la que la lluvia sí dio tregua.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN