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Miguel Poveda se tatúa el skyline de Nueva York antes de abrir el festival flamenco

El cantaor español Miguel Poveda se tatuó hoy en la piel el mítico "skyline" de la ciudad de Nueva York como su particular homenaje a una ciudad que ama

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  • Miguel Poveda. -
  • Aunque chapurreó algunas palabras en inglés, Poveda desplegó toda su simpatía cuando pasó al español

El cantaor español Miguel Poveda se tatuó hoy en la piel el mítico "skyline" de la ciudad de Nueva York como su particular homenaje a una ciudad que ama, poco antes de abrir el 20 Flamenco Festiva de la Gran Manzana, que se retoma este año tras el parón de la pandemia.

Poveda apareció en la escena del Skirball, la sala de conciertos de la Universidad de Nueva York y se metió rápidamente al público en el bolsillo ofreciendo un variado repertorio que fue desde los palos más tradicionales del flamenco a interpretaciones más personales de la poesía de Lorca, canciones de Joan Manuel Serrat o rumba urbana.

Aunque chapurreó algunas palabras en inglés, Poveda desplegó toda su simpatía cuando pasó al español valiéndose de que el público era mayormente español o hispano, y contó que ama Nueva York desde niño, cuando fue a ver "Superman", su primera película en un cine, y supo que quería ir a esa ciudad; de hecho, en cuanto ganó su primer sueldo se pagó un viaje a la Gran Manzana.

Poveda, que no es gitano ni ha crecido en Andalucía sino en Cataluña -aunque ahora vive en la Costa del Sol malagueña- demostró su versatilidad cantando por siguiriyas, alegrías de Cádiz, malagueñas, guajiras y bulerías ("Anda jaleo jaleo" de Lorca), mientras hacía al público viajar de Triana a Málaga y de ahí a Cádiz.

Pero todo el tiempo iba alternando los estilos más ortodoxos del flamenco con personales interpretaciones de coplas y canciones populares donde no faltó un homenaje a la rumba gitana que escuchaba en su niñez en Badalona casi de manera vergonzante y que ahora reivindica al versionear "Amor y ruleta" de Los Chichos.

Además, demostró su compromiso cantando canciones que versaban sobre temas de actualidad como las amenazas al medio ambiente, la diversidad sexual o el "no a la guerra".

En varias ocasiones quiso reconocer a aquellos que antes que él trajeron el flamenco a Nueva York, desde el poeta García Lorca ("un dios para mi", dijo), la bailaora Carmen Amaya y el guitarrista Paco de Lucía ("que rompió tantos muros"), y terminó cantando una versión muy particular de la famosa canción de New York, New York que hizo famosa Frank Sinatra.

Poveda estuvo acompañado por Jesús Guerrero (guitarra), Paquito González (percusión), Joan Amargós (piano), Miguel Soto (voz y palmas), además del bailaor Antonio Molina "Londro", que cosechó los mayores aplausos con su taconeo.

El cantaor y su grupo volverán a ofrecer mañana un segundo concierto, que como el de hoy organiza el Centro Juan Carlos I de España (KJCC, siglas en inglés), que de este modo cumple su 25 aniversario desde su inaguración en 1997 por los ahora reyes eméritos Juan Carlos y Sofía. 

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