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Expectante espera

El mundo se divide entre los negacionistas de las vacunas y aquellos otros que quieren asumir los dictados de los diversos Gobiernos

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  • Vacunación de niños -

Definitivamente el coronavirus, sus mutaciones y sus distintas variaciones de variopintos nombres, se está empeñando en no cerrar las páginas de esos libros de historia en las que nuestros nietos, bisnietos o tataranietos estudiarán cómo en el año 2020 la vida se paralizó por una pandemia que azotó al mundo cien años más tarde o cómo en 2021 se retornó a una cierta normalidad, que no fue total y menos en su final donde una denominación extraña, como la de ómicron, metió de nuevo el miedo en el cuerpo de casi todos, disparó los números de contagios y devolvió la infección casi a sus orígenes.

Por ello el calendario del año 21 de ese mismo siglo se cierra con una expectante espera para lo que nos puede venir en el 22, que se puede llamar la anualidad de la creencia, de la ilusión, de la nueva vida o como se le quiera nominar, pero obviamente se aguarda que tiempos mejores lleguen para aliviar la fatiga que esta situación está produciendo, para unificar y no fracturar a una sociedad, y no hablo solo de este país que se sigue llamando España sino del orbe mundial, que se divive entre los que son negacionistas de las vacunas y hasta de la propia enfermedad y aquellos otros que quieren asumir los dictados de los diversos Gobiernos.

En esa alerta nos encontramos en la confianza de que la ùltima hoja del almanaque caiga y de que el día 1 de enero aviste doce nuevos periodos en los que tenemos que seguir viviendo, cuidándonos, trabajando, comiendo, durmiendo, divirtiéndonos y solventando los problemas que cada veinticuatro horas se nos van a ir presentando a nivel individual, laboral y de familia y, evidentememte, aspirando que esa inmunidad de grupo que en mayo dijo Pedro Sánchez que llegaría en cien días sea una realidad o que el virus, de una u otra forma, se aparte de nuestro día a día como epidemia, porque parece que como enfermedad ha venido para quedarse.

Un  2022 donde estaremos vigilantes igualmente a nivel político, porque habrá elecciones autonómicas aquí en nuestra Andalucía y  los municipios entran en doce meses apasionantes ya que los Gobiernos municipales tienen que apuntalar lo esbozado ya que se encuentran en su último año de mandato y toca buscar réditos electorales y, para ello, nada mejor que mejorar la vida de sus conciudadanos como desde la Moncloa se comenzará ya a atisbar esa paso por las urnas previsto para 2023. Próspero año, disfrutad de los recuerdos de lo vivido y que las doce uvas sean doce motivos de Paz, Amor y, sobre todo, Esperanza.

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