Desde el año 2000, las descargas de pescado han disminuido un 75%, al pasar de las 9.032 toneladas del año 2000 a las previsiones de unas 2.200 con las que podría haber acabado el pasado ejercicio.
Hasta octubre de 2009, último dato actualizado y ofrecido por Puertos del Estado, el muelle comarcal acumulaba 1.870 toneladas, con un leve incremento del 0,81% con respecto al año anterior.
Así, en sólo una década la reducción ha sido más que reseñable. Los años en los que la actividad se resintió de una manera más sobresaliente fueron 2004 y 2005, cuando las caídas fueron ambas del 55%. Esto es, durante dos años consecutivos las descargas de pescado se redujeron a la mitad.
Bien es cierto que desde 2006, año en el que el desembarco de pesca fresca tocó fondo con sólo 1.087 toneladas, la situación ha ido mejorando. Sin embargo, desde la subida de 2007 (de un 57%) la situación parece haberse estabilizado y no se ha recuperado las cifras obtenidas a principios de siglo.
Progresión
Década tras década el descenso en la descarga ha sido implacable. Si en los últimos diez años el descenso ha sido de tres cuartas partes, durante los años noventa fue también bastante pronunciado, al pasarse de las 17.503. toneladas en 1991 a las citadas 9.032 del año 2000. Es decir un 48% en este periodo de tiempo.
Sin embargo, el dato más revelador se obtiene con la comparativa con los años sesenta. Desde 1962, año en el que comienza la serie histórica de Puertos del Estado, la caída de la descarga de pescado se consigna en un 95%. Así, se han pasado de 49.277 toneladas a poco más de dos mil en 2009. Un dato más que revelador de cómo se encuentra el sector y la espiral en la que se encuentra.
