El Territorio Norte de Australia impuso este miércoles la obligatoriedad de la vacuna contra la covid-19 de aquí a finales de año a los trabajadores que interactúen con el público.
Estos trabajadores, incluidos recepcionistas, guías turísticos, empleados de supermercados y cajeros de banco, deberán vacunarse contra la covid-19 si quieren conservar sus empleos en este estado en el norte de Australia.
El jefe del gobierno del Territorio Norte, Michael Gunner, dijo a los periodistas en la ciudad de Darwin que esta directiva se aplica "a los que trabajan de cara al público y en circunstancias en las que no saben cuál es la vulnerabilidad de las personas a las que atienden".
Las personas que trabajen en contacto directo con personas vulnerables como los aborígenes, los que están en alto riesgo de contraer la covid-19, así como los del sector de la hostelería y las infraestructuras esenciales, la logística, entre otros, tendrán que administrarse la primera dosis del suero antes del 12 de noviembre.
Después de esa fecha, los trabajadores que no estén inmunizados, a menos de que tengan una excepción por razones médicas, no podrán desempeñarse en sus puestos de trabajo y corren el riesgo de ser multados con unos 3.670 dólares (3.175 euros) por incumplir las directrices sanitarias.
El mandatario del Territorio Norte, en donde casi el 30 por ciento es aborigen, hizo este anuncio de cara a los planes de reapertura de su jurisdicción en diciembre, con cuarentenas domiciliarias para los viajeros, después de que se alcance la meta del 80 por ciento de la vacunación, en línea con un plan nacional.
Libre de casos activos por varias semanas y poco más de 220 contagios acumulados desde el inicio de la pandemia, el Territorio Norte es un jurisdicción que ha aplicado una de las políticas de vacunación obligatoria a los trabajadores más estrictas de Australia y del mundo.
En Australia, las regiones han impuesto de forma diferenciada la vacuna obligatoria a los trabajadores de fronteras, así como sanitarios y cuidadores de ancianos o profesores, en medio de la tercera ola de covid-19 por la irrupción de la variante delta a mediados de año y un debate sobre los derechos individuales.
La vacunación obligatoria de trabajadores ha causado malestar en la ciudad de Melbourne en donde el mes pasado centenares de trabajadores de la construcción protestaron en pleno confinamiento, mientras que en ciudades como París han desencadenado manifestaciones callejeras.
Australia, que afronta la tercera ola de covid-19, acumula más de 132.000 contagios, que incluyen casi 1.500 fallecidos y unos 26.500 casos activos, ha administrado la pauta completa del suero contra la covid-19 a casi el 63 por ciento de la población.
A partir del próximo mes, las regiones de Australia reabrirán progresivamente sus fronteras internacionales a distintas velocidades, comenzando por la ciudad de Sídney, que alcanzará el 80 por ciento de la meta de inmunización.